1. Señor, tú has sido un refugio para nosotros de generación en generación.
2. Antes que los montes fueran engendrados, y nacieran la tierra y el mundo, desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios.
3. Haces que el hombre vuelva a ser polvo, y dices: Volved, hijos de los hombres.
4. Porque mil años ante tus ojos son como el día de ayer que ya pasó, y como una vigilia de la noche.
5. Tú los has barrido como un torrente, son como un sueño; son como la hierba que por la mañana reverdece;
6. por la mañana florece y reverdece; al atardecer se marchita y se seca.
7. Porque hemos sido consumidos con tu ira, y por tu furor hemos sido conturbados.