1. La transgresión habla al impío dentro de su corazón; no hay temor de Dios delante de sus ojos.
2. Porque en sus propios ojos la transgresión le engaña en cuanto a descubrir su iniquidad y aborrecerla.
3. Las palabras de su boca son iniquidad y engaño; ha dejado de ser sabio y de hacer el bien.
4. Planea la iniquidad en su cama; se obstina en un camino que no es bueno; no aborrece el mal.
5. Tu misericordia, oh Señor, se extiende hasta los cielos, tu fidelidad, hasta el firmamento.
6. Tu justicia es como los montes de Dios; tus juicios son como profundo abismo. Tú preservas, oh Señor, al hombre y al animal.