1. La transgresión habla al impío dentro de su corazón; no hay temor de Dios delante de sus ojos.
2. Porque en sus propios ojos la transgresión le engaña en cuanto a descubrir su iniquidad y aborrecerla.
3. Las palabras de su boca son iniquidad y engaño; ha dejado de ser sabio y de hacer el bien.
4. Planea la iniquidad en su cama; se obstina en un camino que no es bueno; no aborrece el mal.