Capítulos

  1. 1
  2. 2
  3. 3
  4. 4
  5. 5
  6. 6
  7. 7
  8. 8
  9. 9
  10. 10
  11. 11
  12. 12
  13. 13
  14. 14
  15. 15
  16. 16
  17. 17
  18. 18
  19. 19
  20. 20
  21. 21
  22. 22
  23. 23
  24. 24
  25. 25
  26. 26
  27. 27
  28. 28
  29. 29
  30. 30
  31. 31
  32. 32
  33. 33
  34. 34
  35. 35
  36. 36
  37. 37
  38. 38
  39. 39
  40. 40
  41. 41
  42. 42
  43. 43
  44. 44
  45. 45
  46. 46
  47. 47
  48. 48
  49. 49
  50. 50
  51. 51
  52. 52
  53. 53
  54. 54
  55. 55
  56. 56
  57. 57
  58. 58
  59. 59
  60. 60
  61. 61
  62. 62
  63. 63
  64. 64
  65. 65
  66. 66
  67. 67
  68. 68
  69. 69
  70. 70
  71. 71
  72. 72
  73. 73
  74. 74
  75. 75
  76. 76
  77. 77
  78. 78
  79. 79
  80. 80
  81. 81
  82. 82
  83. 83
  84. 84
  85. 85
  86. 86
  87. 87
  88. 88
  89. 89
  90. 90
  91. 91
  92. 92
  93. 93
  94. 94
  95. 95
  96. 96
  97. 97
  98. 98
  99. 99
  100. 100
  101. 101
  102. 102
  103. 103
  104. 104
  105. 105
  106. 106
  107. 107
  108. 108
  109. 109
  110. 110
  111. 111
  112. 112
  113. 113
  114. 114
  115. 115
  116. 116
  117. 117
  118. 118
  119. 119
  120. 120
  121. 121
  122. 122
  123. 123
  124. 124
  125. 125
  126. 126
  127. 127
  128. 128
  129. 129
  130. 130
  131. 131
  132. 132
  133. 133
  134. 134
  135. 135

Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 16 La Biblia De Las Americas (LBLA)

1. Protégeme, oh Dios, pues en ti me refugio.

2. Yo dije al Señor: Tú eres mi Señor; ningún bien tengo fuera de ti.

3. En cuanto a los santos que están en la tierra, ellos son los nobles en quienes está toda mi delicia.

4. Se multiplicarán las aflicciones de aquellos que han corrido tras otro dios ; no derramaré yo sus libaciones de sangre, ni sus nombres pronunciarán mis labios.

5. El Señor es la porción de mi herencia y de mi copa; tú sustentas mi suerte.

6. Las cuerdas cayeron para mí en lugares agradables; en verdad mi herencia es hermosa para mí.

7. Bendeciré al Señor que me aconseja; en verdad, en las noches mi corazón me instruye.

8. Al Señor he puesto continuamente delante de mí; porque está a mi diestra, permaneceré firme.

9. Por tanto, mi corazón se alegra y mi alma se regocija; también mi carne morará segura,

10. pues tú no abandonarás mi alma en el Seol, ni permitirás a tu Santo ver corrupción.

11. Me darás a conocer la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra, deleites para siempre.