Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 119:97-114 La Biblia De Las Americas (LBLA)

97. ¡Cuánto amo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.

98. Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos, porque son míos para siempre.

99. Tengo más discernimiento que todos mis maestros, porque tus testimonios son mi meditación.

100. Entiendo más que los ancianos, porque tus preceptos he guardado.

101. De todo mal camino he refrenado mis pies, para guardar tu palabra.

102. No me he desviado de tus ordenanzas, porque tú me has enseñado.

103. ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!, más que la miel a mi boca.

104. De tus preceptos recibo entendimiento, por tanto aborrezco todo camino de mentira.

105. Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino.

106. He jurado, y lo confirmaré, que guardaré tus justas ordenanzas.

107. Estoy profundamente afligido; Señor, vivifícame conforme a tu palabra.

108. Te ruego aceptes las ofrendas voluntarias de mi boca, oh Señor, y enséñame tus ordenanzas.

109. En peligro continuo está mi vida, con todo, no me olvido de tu ley.

110. Los impíos me han tendido lazo, pero no me he desviado de tus preceptos.

111. Tus testimonios he tomado como herencia para siempre, porque son el gozo de mi corazón.

112. He inclinado mi corazón para cumplir tus estatutos por siempre, y hasta el fin.

113. Aborrezco a los hipócritas, empero amo tu ley.

114. Tú eres mi escondedero y mi escudo; en tu palabra espero.

Leer capítulo completo Salmos 119