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Proverbios 8:30-36 La Biblia De Las Americas (LBLA)

30. yo estaba entonces junto a El, como arquitecto; y era su delicia de día en día, regocijándome en todo tiempo en su presencia,

31. regocijándome en el mundo, en su tierra, y teniendo mis delicias con los hijos de los hombres.

32. Ahora pues, hijos, escuchadme, porque bienaventurados son los que guardan mis caminos.

33. Escuchad la instrucción y sed sabios, y no la menospreciéis.

34. Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis puertas día a día, aguardando en los postes de mi entrada.

35. Porque el que me halla, halla la vida, y alcanza el favor del Señor.

36. Pero el que peca contra mí, a sí mismo se daña; todos los que me odian, aman la muerte.

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