14. Y no claman a mí de corazón cuando gimen en sus lechos; por el trigo y el mosto se reunen, y se alejan de mí.
15. Aunque yo adiestré y fortalecí sus brazos, traman el mal contra mí.
16. Se vuelven, pero no hacia lo alto, son como un arco engañoso. Sus príncipes caerán a espada por la insolencia de sus lenguas; esto será su escarnio en la tierra de Egipto.