6. Ante él tiemblan los pueblos, palidecen todos los rostros.
7. Como valientes corren, como soldados escalan la muralla; cada uno marcha por su camino, y no se desvían de sus sendas.
8. No se aprietan uno contra otro, cada cual marcha por su calzada; y cuando irrumpen por las defensas, no rompen las filas.
9. Se lanzan sobre la ciudad, corren por la muralla, suben a las casas, entran por las ventanas como ladrones.
10. Ante ellos tiembla la tierra, se estremecen los cielos, el sol y la luna se oscurecen, y las estrellas pierden su resplandor.
11. El Señor da su voz delante de su ejército, porque es inmenso su campamento, porque poderoso es el que ejecuta su palabra. Grande y terrible es en verdad el día del Señor, ¿y quién podrá soportarlo?
12. Aun ahora--declara el Señor-- volved a mí de todo corazón, con ayuno, llanto y lamento.
13. Rasgad vuestro corazón y no vuestros vestidos; volved ahora al Señor vuestro Dios, porque El es compasivo y clemente, lento para la ira, abundante en misericordia, y se arrepiente de infligir el mal.