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Jeremías 38:3-17 La Biblia De Las Americas (LBLA)

3. Así dice el Señor: "Ciertamente esta ciudad será entregada en manos del ejército del rey de Babilonia, y él la tomará."

4. Entonces dijeron los oficiales al rey: Den muerte ahora a este hombre, porque él desanima a los hombres de guerra que quedan en esta ciudad y a todo el pueblo diciéndoles tales palabras; pues este hombre no busca el bien de este pueblo, sino el mal.

5. Y el rey Sedequías dijo: He aquí, él está en vuestras manos; pues el rey nada puede hacer contra vosotros.

6. Tomando ellos a Jeremías, lo echaron en la cisterna de Malaquías, hijo del rey, que había en el patio de la guardia, y bajaron a Jeremías con cuerdas. En la cisterna no había agua, sino lodo, y Jeremías se hundió en el lodo.

7. Al oír Ebed-melec el etíope, eunuco del palacio del rey, que habían echado a Jeremías en la cisterna, estando el rey sentado a la puerta de Benjamín,

8. salió Ebed-melec del palacio real y habló al rey, diciendo:

9. Oh rey, mi señor, estos hombres han obrado mal en todo lo que han hecho al profeta Jeremías echándolo en la cisterna; morirá donde está a causa del hambre, porque no hay más pan en la ciudad.

10. Entonces el rey ordenó al etíope Ebed-melec, diciendo: Toma bajo tu mando tres hombres de aquí, y saca al profeta Jeremías de la cisterna antes que muera.

11. Ebed-melec tomó a los hombres bajo su mando, entró en el palacio del rey al lugar debajo del cuarto del tesoro y tomó de allí ropas raídas y trapos viejos, y con sogas los bajó a Jeremías en la cisterna.

12. Y el etíope Ebed-melec dijo a Jeremías: Ponte ahora estas ropas raídas y trapos bajo tus brazos, debajo de las sogas; y así lo hizo Jeremías.

13. Tiraron de Jeremías con las sogas y lo subieron de la cisterna. Y quedó Jeremías en el patio de la guardia.

14. Entonces el rey Sedequías mandó traer ante sí al profeta Jeremías a la entrada tercera que había en la casa del Señor; y dijo el rey a Jeremías: Voy a preguntarte una cosa; no me ocultes nada.

15. Y Jeremías dijo a Sedequías: Si te la hago saber, ¿no es cierto que me matarás? Y si te doy un consejo, no me escucharás.

16. Pero el rey Sedequías juró en secreto a Jeremías, diciendo: Vive el Señor, que nos dio esta vida, que ciertamente no te mataré ni te entregaré en manos de esos hombres que buscan tu vida.

17. Y Jeremías dijo a Sedequías: Así dice el Señor, Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: "Si en verdad te pasas a los oficiales del rey de Babilonia, entonces vivirás, y esta ciudad no será incendiada, y vivirás, tú y tu casa.

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