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Deuteronomio 9:4-19 La Biblia De Las Americas (LBLA)

4. No digas en tu corazón cuando el Señor tu Dios los haya echado de delante de ti: "Por mi justicia el Señor me ha hecho entrar para poseer esta tierra", sino que es a causa de la maldad de estas naciones que el Señor las expulsa de delante de ti.

5. No es por tu justicia ni por la rectitud de tu corazón que vas a poseer su tierra, sino que por la maldad de estas naciones el Señor tu Dios las expulsa de delante de ti, para confirmar el pacto que el Señor juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.

6. Comprende, pues, que no es por tu justicia que el Señor tu Dios te da esta buena tierra para poseerla, pues eres un pueblo de dura cerviz.

7. Acuérdate; no olvides cómo provocaste a ira al Señor tu Dios en el desierto; desde el día en que saliste de la tierra de Egipto hasta que llegasteis a este lugar, habéis sido rebeldes contra el Señor.

8. Hasta en Horeb provocasteis a ira al Señor, y el Señor se enojó tanto contra vosotros que estuvo a punto de destruiros.

9. Cuando subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que el Señor había hecho con vosotros, me quedé en el monte cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua.

10. Y el Señor me dio las dos tablas de piedra escritas por el dedo de Dios; y en ellas estaban todas las palabras que el Señor os había dicho en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea.

11. Y aconteció al cabo de cuarenta días y cuarenta noches, que el Señor me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto.

12. Entonces el Señor me dijo: "Levántate; baja aprisa de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido. Pronto se han apartado del camino que yo les había ordenado; se han hecho un ídolo de fundición."

13. También me habló el Señor, diciendo: "He visto a este pueblo, y en verdad es un pueblo de dura cerviz.

14. "Déjame que los destruya y borre su nombre de debajo del cielo; y de ti haré una nación más grande y más poderosa que ellos."

15. Y volví, y descendí del monte mientras el monte ardía en fuego, y las dos tablas del pacto estaban en mis dos manos.

16. Y vi que en verdad habíais pecado contra el Señor vuestro Dios. Os habíais hecho un becerro de fundición; pronto os habíais apartado del camino que el Señor os había ordenado.

17. Tomé las dos tablas, las arrojé de mis manos y las hice pedazos delante de vuestros ojos.

18. Y me postré delante del Señor como al principio, por cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo el pecado que habíais cometido al hacer lo malo ante los ojos del Señor, provocándole a ira.

19. Porque temí la ira y el furor con que el Señor estaba enojado contra vosotros para destruiros, pero el Señor me escuchó también esta vez.

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