23. ¿Y qué otra nación en la tierra es como tu pueblo Israel, al cual viniste a redimir para ti como pueblo, a fin de darte un nombre, y hacer grandes cosas a su favor y cosas portentosas para tu tierra, ante tu pueblo que rescataste para ti de Egipto, de naciones y de sus dioses?
24. Pues tú has establecido para ti a tu pueblo Israel como pueblo tuyo para siempre, y tú, Señor, has venido a ser su Dios.
25. Y ahora, oh Señor Dios, confirma para siempre la palabra que has hablado acerca de tu siervo y acerca de su casa, y haz según has hablado.
26. Y sea engrandecido tu nombre para siempre, al decirse: "El Señor de los ejércitos es Dios sobre Israel"; y que la casa de tu siervo David sea establecida delante de ti.
27. Porque tú, oh Señor de los ejércitos, Dios de Israel, has revelado a tu siervo, diciendo: "Yo te edificaré casa"; por tanto, tu siervo ha hallado ánimo para elevar esta oración a ti.
28. Ahora pues, oh Señor Dios, tú eres Dios, tus palabras son verdad y tú has prometido este bien a tu siervo.
29. Y ahora, ten a bien bendecir la casa de tu siervo, a fin de que permanezca para siempre delante de ti; porque tú, oh Señor Dios, has hablado y con tu bendición será bendita para siempre la casa de tu siervo.