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1 Crónicas 29:8-23 La Biblia De Las Americas (LBLA)

8. Y todos los que tenían piedras preciosas las dieron al tesoro de la casa del Señor a cargo de Jehiel gersonita.

9. Entonces el pueblo se alegró porque habían contribuido voluntariamente, porque de todo corazón hicieron su ofrenda al Señor; y también el rey David se alegró en gran manera.

10. Y bendijo David al Señor en presencia de toda la asamblea. Y David dijo: Bendito eres, oh Señor, Dios de Israel, nuestro padre por los siglos de los siglos.

11. Tuya es, oh Señor, la grandeza y el poder y la gloria y la victoria y la majestad, en verdad, todo lo que hay en los cielos y en la tierra; tuyo es el dominio, oh Señor, y tú te exaltas como soberano sobre todo.

12. De ti proceden la riqueza y el honor; tú reinas sobre todo y en tu mano están el poder y la fortaleza, y en tu mano está engrandecer y fortalecer a todos.

13. Ahora pues, Dios nuestro, te damos gracias y alabamos tu glorioso nombre.

14. Pero ¿quién soy yo y quién es mi pueblo para que podamos ofrecer tan generosamente todo esto? Porque de ti proceden todas las cosas, y de lo recibido de tu mano te damos.

15. Porque somos forasteros y peregrinos delante de ti, como lo fueron todos nuestros padres; como una sombra son nuestros días sobre la tierra, y no hay esperanza.

16. Oh Señor, Dios nuestro, toda esta abundancia que hemos preparado para edificarte una casa para tu santo nombre procede de tu mano, y todo es tuyo.

17. Sabiendo yo, Dios mío, que tú pruebas el corazón y te deleitas en la rectitud, yo he ofrecido voluntariamente todas estas cosas en la integridad de mi corazón; y ahora he visto con alegría a tu pueblo, que está aquí, hacer sus ofrendas a ti voluntariamente.

18. Oh Señor, Dios de nuestros padres Abraham, Isaac e Israel, preserva esto para siempre en las intenciones del corazón de tu pueblo, y dirige su corazón hacia ti;

19. y da a mi hijo Salomón un corazón perfecto para que guarde tus mandamientos, tus testimonios y tus estatutos, para que los cumpla todos y edifique el templo, para el cual he provisto.

20. Entonces David dijo a toda la asamblea: Bendecid ahora al Señor vuestro Dios. Y toda la asamblea bendijo al Señor, al Dios de sus padres, y se inclinaron y se postraron ante el Señor y ante el rey.

21. Y al día siguiente sacrificaron víctimas al Señor y le ofrecieron holocaustos: mil novillos, mil carneros y mil corderos, con sus libaciones y sacrificios en abundancia por todo Israel.

22. Comieron, pues, y bebieron aquel día delante del Señor con gran alegría. Y por segunda vez proclamaron rey a Salomón, hijo de David, y lo ungieron como príncipe para el Señor, y a Sadoc como sacerdote.

23. Entonces Salomón se sentó en el trono del Señor como rey en lugar de su padre David; prosperó y le obedeció todo Israel.

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