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San Mateo 25:9-25 Dios Habla Hoy (DHH)

9. Pero las muchachas previsoras contestaron: “No, porque así no alcanzará ni para nosotras ni para ustedes. Más vale que vayan a donde lo venden, y compren para ustedes mismas.”

10. Pero mientras aquellas cinco muchachas fueron a comprar aceite, llegó el novio, y las que habían sido previsoras entraron con él en la boda, y se cerró la puerta.

11. Después llegaron las otras muchachas, diciendo: “¡Señor, señor, ábrenos!”

12. Pero él les contestó: “Les aseguro que no las conozco.”

13. »Manténganse ustedes despiertos —añadió Jesús—, porque no saben ni el día ni la hora.

14. »Sucederá también con el reino de los cielos como con un hombre que, estando a punto de irse a otro país, llamó a sus empleados y les encargó que le cuidaran su dinero.

15. A uno de ellos le entregó cinco mil monedas, a otro dos mil y a otro mil: a cada uno según su capacidad. Entonces se fue de viaje.

16. El empleado que recibió las cinco mil monedas hizo negocio con el dinero y ganó otras cinco mil monedas.

17. Del mismo modo, el que recibió dos mil ganó otras dos mil.

18. Pero el que recibió mil fue y escondió el dinero de su jefe en un hoyo que hizo en la tierra.

19. »Mucho tiempo después volvió el jefe de aquellos empleados, y se puso a hacer cuentas con ellos.

20. Primero llegó el que había recibido las cinco mil monedas, y entregó a su jefe otras cinco mil, diciéndole: “Señor, usted me dio cinco mil, y aquí tiene otras cinco mil que gané.”

21. El jefe le dijo: “Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.”

22. Después llegó el empleado que había recibido las dos mil monedas, y dijo: “Señor, usted me dio dos mil, y aquí tiene otras dos mil que gané.”

23. El jefe le dijo: “Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.”

24. »Pero cuando llegó el empleado que había recibido las mil monedas, le dijo a su jefe: “Señor, yo sabía que usted es un hombre duro, que cosecha donde no sembró y recoge donde no esparció.

25. Por eso tuve miedo, y fui y escondí su dinero en la tierra. Pero aquí tiene lo que es suyo.”

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