Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

San Lucas 24:31-50 Dios Habla Hoy (DHH)

31. En ese momento se les abrieron los ojos y reconocieron a Jesús; pero él desapareció.

32. Y se dijeron el uno al otro:—¿No es verdad que el corazón nos ardía en el pecho cuando nos venía hablando por el camino y nos explicaba las Escrituras?

33. Sin esperar más, se pusieron en camino y volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los once apóstoles y a sus compañeros,

34. que les dijeron:—De veras ha resucitado el Señor, y se le ha aparecido a Simón.

35. Entonces ellos dos les contaron lo que les había pasado en el camino, y cómo reconocieron a Jesús cuando partió el pan.

36. Estaban todavía hablando de estas cosas, cuando Jesús se puso en medio de ellos y los saludó diciendo:—Paz a ustedes.

37. Ellos se asustaron mucho, pensando que estaban viendo un espíritu.

38. Pero Jesús les dijo:—¿Por qué están asustados? ¿Por qué tienen esas dudas en su corazón?

39. Miren mis manos y mis pies. Soy yo mismo. Tóquenme y vean: un espíritu no tiene carne ni huesos, como ustedes ven que tengo yo.

40. Al decirles esto, les enseñó las manos y los pies.

41. Pero como ellos no acababan de creerlo, a causa de la alegría y el asombro que sentían, Jesús les preguntó:—¿Tienen aquí algo que comer?

42. Le dieron un pedazo de pescado asado,

43. y él lo aceptó y lo comió en su presencia.

44. Luego les dijo:—Lo que me ha pasado es aquello que les anuncié cuando estaba todavía con ustedes: que había de cumplirse todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los libros de los profetas y en los salmos.

45. Entonces hizo que entendieran las Escrituras,

46. y les dijo:—Está escrito que el Mesías tenía que morir, y resucitar al tercer día,

47. y que en su nombre se anunciará a todas las naciones que se vuelvan a Dios, para que él les perdone sus pecados. Comenzando desde Jerusalén,

48. ustedes deben dar testimonio de estas cosas.

49. Y yo enviaré sobre ustedes lo que mi Padre prometió. Pero ustedes quédense aquí, en la ciudad de Jerusalén, hasta que reciban el poder que viene del cielo.

50. Luego Jesús los llevó fuera de la ciudad, hasta Betania, y alzando las manos los bendijo.

Leer capítulo completo San Lucas 24