30. y ustedes comerán y beberán a mi mesa en mi reino, y se sentarán en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.»
31. Dijo también el Señor:—Simón, Simón, mira que Satanás los ha pedido a ustedes para sacudirlos como si fueran trigo;
32. pero yo he rogado por ti, para que no te falte la fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, ayuda a tus hermanos a permanecer firmes.
33. Simón le dijo:—Señor, estoy dispuesto a ir contigo a la cárcel, y hasta a morir contigo.
34. Jesús le contestó:—Pedro, te digo que hoy mismo, antes que cante el gallo, tres veces negarás que me conoces.
35. Luego Jesús les preguntó:—Cuando los mandé sin dinero ni provisiones ni sandalias, ¿acaso les faltó algo?Ellos contestaron:—Nada.
36. Entonces les dijo:—Ahora, en cambio, el que tenga dinero, que lo traiga, y también provisiones; y el que no tenga espada, que venda su abrigo y se compre una.
37. Porque les digo que tiene que cumplirse en mí esto que dicen las Escrituras: “Y fue contado entre los malvados.” Pues todo lo que está escrito de mí, tiene que cumplirse.
38. Ellos dijeron:—Señor, aquí hay dos espadas.Y él contestó:—Basta ya de hablar.