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San Lucas 18:10-21 Dios Habla Hoy (DHH)

10. «Dos hombres fueron al templo a orar: el uno era fariseo, y el otro era uno de esos que cobran impuestos para Roma.

11. El fariseo, de pie, oraba así: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás, que son ladrones, malvados y adúlteros, ni como ese cobrador de impuestos.

12. Yo ayuno dos veces a la semana y te doy la décima parte de todo lo que gano.”

13. Pero el cobrador de impuestos se quedó a cierta distancia, y ni siquiera se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!”

14. Les digo que este cobrador de impuestos volvió a su casa ya justo, pero el fariseo no. Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido.»

15. También le llevaban niñitos a Jesús, para que los tocara; pero cuando los discípulos lo vieron, comenzaron a reprender a quienes los llevaban.

16. Entonces Jesús los llamó y dijo:—Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos.

17. Les aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

18. Uno de los jefes le preguntó a Jesús:—Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?

19. Jesús le contestó:—¿Por qué me llamas bueno? Bueno solamente hay uno: Dios.

20. Ya sabes los mandamientos: “No cometas adulterio, no mates, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie, y honra a tu padre y a tu madre.”

21. El hombre le dijo:—Todo eso lo he cumplido desde joven.

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