9. y el que los invitó a los dos puede venir a decirte: “Dale tu lugar a este otro.” Entonces tendrás que ir con vergüenza a ocupar el último asiento.
10. Al contrario, cuando te inviten, siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te invitó, te diga: “Amigo, pásate a un lugar de más honor.” Así recibirás honores delante de los que están sentados contigo a la mesa.
11. Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido.
12. Dijo también al hombre que lo había invitado:—Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; porque ellos, a su vez, te invitarán, y así quedarás ya recompensado.
13. Al contrario, cuando tú des un banquete, invita a los pobres, los inválidos, los cojos y los ciegos;
14. y serás feliz. Pues ellos no te pueden pagar, pero tú tendrás tu recompensa el día en que los justos resuciten.
15. Al oír esto, uno de los que estaban sentados a la mesa le dijo a Jesús:—¡Dichoso el que participe del banquete del reino de Dios!
16. Jesús le dijo:—Un hombre dio una gran cena, y mandó invitar a muchas personas.
17. A la hora de la cena mandó a su criado a decir a los invitados: “Vengan, porque ya la cena está lista.”
18. Pero todos comenzaron a disculparse. El primero dijo: “Acabo de comprar un terreno, y tengo que ir a verlo. Te ruego que me disculpes.”
19. Otro dijo: “He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlas. Te ruego que me disculpes.”