Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Romanos 8:32-39 Dios Habla Hoy (DHH)

32. Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas?

33. ¿Quién podrá acusar a los que Dios ha escogido? Dios es quien los hace justos.

34. ¿Quién podrá condenarlos? Cristo Jesús es quien murió; todavía más, quien resucitó y está a la derecha de Dios, rogando por nosotros.

35. ¿Quién nos podrá separar del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, o las dificultades, o la persecución, o el hambre, o la falta de ropa, o el peligro, o la muerte violenta?

36. Como dice la Escritura:«Por causa tuya estamos siempre expuestos a la muerte;nos tratan como a ovejas llevadas al matadero.»

37. Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

38. Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro,

39. ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!

Leer capítulo completo Romanos 8