Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Romanos 14:8-20 Dios Habla Hoy (DHH)

8. Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. De manera que, tanto en la vida como en la muerte, del Señor somos.

9. Para eso murió Cristo y volvió a la vida: para ser Señor tanto de los muertos como de los vivos.

10. ¿Por qué, entonces, criticas a tu hermano? ¿O tú, por qué lo desprecias? Todos tendremos que presentarnos delante de Dios, para que él nos juzgue.

11. Porque la Escritura dice:«Juro por mi vida, dice el Señor,que ante mí todos doblarán la rodillay todos alabarán a Dios.»

12. Así pues, cada uno de nosotros tendrá que dar cuenta de sí mismo a Dios.

13. Por eso, ya no debemos criticarnos unos a otros. Al contrario, propónganse ustedes no hacer nada que sea causa de que su hermano tropiece, o que ponga en peligro su fe.

14. Yo sé que no hay nada impuro en sí mismo; como creyente en el Señor Jesús, estoy seguro de ello. Pero si alguno piensa que una cosa es impura, será impura para él.

15. Ahora bien, si por lo que tú comes tu hermano se siente ofendido, tu conducta ya no es de amor. ¡Que tu comida no sea causa de que se pierda aquel por quien Cristo murió!

16. No den, pues, lugar a que se hable mal de ese bien que ustedes tienen.

17. Porque el reino de Dios no es cuestión de comer o beber determinadas cosas, sino de vivir en justicia, paz y alegría por medio del Espíritu Santo.

18. El que de esta manera sirve a Cristo, agrada a Dios y es aprobado por los hombres.

19. Por lo tanto, busquemos todo lo que conduce a la paz y a la edificación mutua.

20. No eches a perder la obra de Dios por causa de la comida. En realidad, todos los alimentos son limpios; lo malo es comer algo que haga perder la fe a otros.

Leer capítulo completo Romanos 14