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Romanos 11:1-21 Dios Habla Hoy (DHH)

1. Ahora pregunto: ¿Será que Dios ha rechazado a su pueblo? ¡Claro que no! Yo mismo soy israelita, descendiente de Abraham y de la tribu de Benjamín.

2. Desde el principio, Dios había reconocido a los israelitas como su pueblo; y ahora no los ha rechazado. ¿No saben ustedes que la Escritura dice en la historia del profeta Elías que éste, en su oración a Dios, acusó al pueblo de Israel? Dijo:

3. «Señor, han matado a tus profetas y han destruido tus altares; sólo yo he quedado con vida, y a mí también me quieren matar.»

4. Pero Dios le contestó: «He apartado para mí siete mil hombres que no se han arrodillado ante el dios Baal.»

5. Pues de la misma manera, ha quedado ahora un pequeño resto, que Dios, en su bondad, ha escogido.

6. Y si es por la bondad de Dios, ya no es por los hechos; porque si así fuera, la bondad de Dios ya no sería bondad.

7. ¿Entonces qué? Los israelitas no consiguieron lo que buscaban, pero los que Dios escogió sí lo consiguieron. Los otros fueron endurecidos,

8. como dice la Escritura: «Dios los hizo espiritualmente insensibles, y así son hasta el día de hoy; les dio ojos que no ven y oídos que no oyen.»

9. También dice David:«Que sus banquetes se les vuelvan trampas y redes,para que tropiecen y sean castigados.

10. Que sus ojos se queden ciegos y no vean;que su espalda se les doble para siempre.»

11. Ahora pregunto: ¿Será que los judíos, al tropezar, cayeron por completo? ¡De ninguna manera! Al contrario, al desobedecer los judíos, los otros han podido alcanzar la salvación, para que los israelitas se pongan celosos.

12. Así que, si el tropiezo y el fracaso de los judíos han servido para enriquecer al mundo, a los que no son judíos, ¡ya podemos imaginarnos lo que será su plena restauración!

13. Pero tengo algo que decirles a ustedes, que no son judíos. Puesto que Dios me ha enviado a los no judíos, yo tengo en gran estima este servicio.

14. Quiero que algunos de mi propia raza sientan celos de ustedes, y así llevarlos a la salvación.

15. Pues si el rechazo de los judíos ha traído al mundo la reconciliación con Dios, ¿qué no traerá el que sean aceptados? ¡Nada menos que vida para los que estaban muertos!

16. Pues si el primer pan que se hace de la masa está consagrado a Dios, también lo está la masa entera. Y si la raíz del árbol está consagrada a Dios, también lo están las ramas.

17. Al olivo, que son los judíos, se le cortaron algunas de las ramas, y en su lugar se le injertó el olivo silvestre, que eres tú. Así llegaste a tener parte en la misma raíz y en la misma vida del olivo.

18. Pero no te gloríes, despreciando las ramas naturales. Si lo haces, recuerda que no eres tú quien sostiene a la raíz, sino que la raíz te sostiene a ti.

19. Tal vez dirás: «Sí, pero se cortaron unas ramas para injertarme a mí en el olivo.»

20. Bien, pero fueron cortadas porque no tenían fe, y tú estás ahí únicamente porque tienes fe. Así que no te jactes, sino más bien siente temor.

21. Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco a ti te perdonará.

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