25. Con ellos envió una carta que decía lo siguiente:
26. «De Claudio Lisias al excelentísimo gobernador Félix: saludos.
27. Los judíos habían arrestado a este hombre y lo iban a matar, pero cuando yo supe que se trataba de un ciudadano romano, fui con mis soldados y lo libré.
28. Como quise saber de qué lo acusaban, lo llevé ante la Junta de los judíos,
29. y resultó que lo acusaban de asuntos de la ley de ellos; pero no había razón para matarlo, y ni siquiera para tenerlo en la cárcel.
30. Pero como me he enterado de que los judíos tienen planes para matarlo, ahí se lo envío a usted; y he pedido también a los que lo acusan que traten delante de usted lo que tengan contra él.»