28. Me mostraste el camino de la vida,y me llenarás de alegría con tu presencia.”
29. »Hermanos, permítanme decirles con franqueza que el patriarca David murió y fue enterrado, y que su sepulcro está todavía entre nosotros.
30. Pero David era profeta, y sabía que Dios le había prometido con juramento que pondría por rey a uno de sus descendientes.
31. Así que, viendo anticipadamente la resurrección del Mesías, David habló de ella y dijo que el Mesías no se quedaría en el sepulcro ni su cuerpo se descompondría.
32. Pues bien, Dios ha resucitado a ese mismo Jesús, y de ello todos nosotros somos testigos.
33. Después de haber sido enaltecido y colocado por Dios a su derecha y de haber recibido del Padre el Espíritu Santo que nos había prometido, él a su vez lo derramó sobre nosotros. Eso es lo que ustedes han visto y oído.
34. Porque no fue David quien subió al cielo; pues él mismo dijo:“El Señor dijo a mi Señor:Siéntate a mi derecha,
35. hasta que yo haga de tus enemigos el estrado de tus pies.”
36. »Sepa todo el pueblo de Israel, con toda seguridad, que a este mismo Jesús a quien ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Mesías.»
37. Cuando los allí reunidos oyeron esto, se afligieron profundamente, y preguntaron a Pedro y a los otros apóstoles:—Hermanos, ¿qué debemos hacer?
38. Pedro les contestó:—Vuélvanse a Dios y bautícese cada uno en el nombre de Jesucristo, para que Dios les perdone sus pecados, y así él les dará el Espíritu Santo.
39. Porque esta promesa es para ustedes y para sus hijos, y también para todos los que están lejos; es decir, para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios quiera llamar.
40. Con éstas y otras palabras, Pedro les habló y les aconsejó, diciéndoles:—¡Apártense de esta gente perversa!
41. Así pues, los que hicieron caso de su mensaje fueron bautizados; y aquel día se agregaron a los creyentes unas tres mil personas.
42. Y eran fieles en conservar la enseñanza de los apóstoles, en compartir lo que tenían, en reunirse para partir el pan y en la oración.
43. Todos estaban asombrados a causa de los muchos milagros y señales que Dios hacía por medio de los apóstoles.
44. Todos los creyentes estaban muy unidos y compartían sus bienes entre sí;
45. vendían sus propiedades y todo lo que tenían, y repartían el dinero según las necesidades de cada uno.