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Hechos 17:16-30 Dios Habla Hoy (DHH)

16. Mientras Pablo esperaba en Atenas a Silas y Timoteo, se indignó mucho al ver que la ciudad estaba llena de ídolos.

17. Por eso discutía en la sinagoga con los judíos y con otros que adoraban a Dios, y cada día discutía igualmente en la plaza con los que allí se reunían.

18. También algunos filósofos epicúreos y estoicos comenzaron a discutir con él. Unos decían:—¿De qué habla este charlatán?Y otros:—Parece que es propagandista de dioses extranjeros.Esto lo decían porque Pablo les anunciaba la buena noticia acerca de Jesús y de la resurrección.

19. Entonces lo llevaron al Areópago, y le preguntaron:—¿Se puede saber qué nueva enseñanza es ésta que tú nos traes?

20. Pues nos hablas de cosas extrañas, y queremos saber qué significan.

21. Y es que todos los atenienses, como también los extranjeros que vivían allí, sólo se ocupaban de oír y comentar las últimas novedades.

22. Pablo se levantó en medio de ellos en el Areópago, y dijo:«Atenienses, por todo lo que veo, ustedes son gente muy religiosa.

23. Pues al mirar los lugares donde ustedes celebran sus cultos, he encontrado un altar que tiene escritas estas palabras: “A un Dios no conocido”. Pues bien, lo que ustedes adoran sin conocer, es lo que yo vengo a anunciarles.

24. »El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él, es Señor del cielo y de la tierra. No vive en templos hechos por los hombres,

25. ni necesita que nadie haga nada por él, pues él es quien nos da a todos la vida, el aire y las demás cosas.

26. »De un solo hombre hizo él todas las naciones, para que vivan en toda la tierra; y les ha señalado el tiempo y el lugar en que deben vivir,

27. para que busquen a Dios, y quizá, como a tientas, puedan encontrarlo, aunque en verdad Dios no está lejos de cada uno de nosotros.

28. Porque en Dios vivimos, nos movemos y existimos; como también algunos de los poetas de ustedes dijeron: “Somos descendientes de Dios.”

29. Siendo, pues, descendientes de Dios, no debemos pensar que Dios sea como las imágenes de oro, plata o piedra que los hombres hacen según su propia imaginación.

30. Dios pasó por alto en otros tiempos la ignorancia de la gente, pero ahora ordena a todos, en todas partes, que se vuelvan a él.

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