Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hebreos 10:5-23 Dios Habla Hoy (DHH)

5. Por eso Cristo, al entrar en el mundo, dijo a Dios:«No quieres sacrificio ni ofrendas,sino que me has dado un cuerpo.

6. No te agradan los holocaustos ni las ofrendas para quitar el pecado.

7. Entonces dije: “Aquí estoy, tal como está escrito de mí en el libro,para hacer tu voluntad, oh Dios.”»

8. En primer lugar, dice que Dios no quiere ni le agradan sacrificios ni ofrendas de animales, ni holocaustos para quitar el pecado, a pesar de que son cosas que la ley manda ofrecer.

9. Y después añade: «Aquí vengo para hacer tu voluntad.» Es decir, que quita aquellos sacrificios antiguos y pone en su lugar uno nuevo.

10. Dios nos ha consagrado porque Jesucristo hizo la voluntad de Dios al ofrecer su propio cuerpo en sacrificio una sola vez y para siempre.

11. Todo sacerdote judío oficia cada día y sigue ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, aunque éstos nunca pueden quitar los pecados.

12. Pero Jesucristo ofreció por los pecados un solo sacrificio para siempre, y luego se sentó a la derecha de Dios.

13. Allí está esperando hasta que Dios haga de sus enemigos el estrado de sus pies,

14. porque por medio de una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los que han sido consagrados a Dios.

15. Y el Espíritu Santo nos lo confirma, al decir:

16. «La alianza que haré con ellosdespués de aquellos días,será ésta, dice el Señor:Pondré mis leyes en su corazóny las escribiré en su mente.

17. Y no me acordaré más de sus pecados y maldades.»

18. Así pues, cuando los pecados han sido perdonados, ya no hay necesidad de más ofrendas por el pecado.

19. Hermanos, ahora podemos entrar con toda libertad en el santuario gracias a la sangre de Jesús,

20. siguiendo el nuevo camino de vida que él nos abrió a través del velo, es decir, a través de su propio cuerpo.

21. Tenemos un gran sacerdote al frente de la casa de Dios.

22. Por eso, acerquémonos a Dios con corazón sincero y con una fe completamente segura, limpios nuestros corazones de mala conciencia y lavados nuestros cuerpos con agua pura.

23. Mantengámonos firmes, sin dudar, en la esperanza de la fe que profesamos, porque Dios cumplirá la promesa que nos ha hecho.

Leer capítulo completo Hebreos 10