15-16. Pero Dios, que me escogió antes de nacer y por su gran bondad me llamó, tuvo a bien hacerme conocer a su Hijo, para que anunciara su evangelio entre los no judíos. Y no fui entonces a consultar con ningún ser humano;
17. ni fui tampoco a Jerusalén a ver a los que eran apóstoles antes que yo. Por el contrario, me dirigí sin tardar a la región de Arabia, y luego volví a Damasco.
18. Tres años después fui a Jerusalén para conocer a Cefas, con quien estuve quince días.
19. Pero no vi a ningún otro de los apóstoles, aunque sí a Santiago el hermano del Señor.