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Filipenses 1:5-22 Dios Habla Hoy (DHH)

5. pues ustedes se han hecho solidarios con la causa del evangelio, desde el primer día hasta hoy.

6. Estoy seguro de que Dios, que comenzó a hacer su buena obra en ustedes, la irá llevando a buen fin hasta el día en que Jesucristo regrese.

7. Es muy justo que yo piense así de todos ustedes, porque los llevo dentro de mi corazón y porque todos ustedes son solidarios conmigo de la bondad que Dios me ha mostrado, ya sea que esté yo en la cárcel o que me presente delante de las autoridades para defender y confirmar el anuncio del evangelio.

8. Pues Dios sabe cuánta nostalgia siento de todos ustedes, con el tierno amor que me infunde Cristo Jesús.

9. Pido en mi oración que su amor siga creciendo más y más todavía, y que Dios les dé sabiduría y entendimiento,

10. para que sepan escoger siempre lo mejor. Así podrán vivir una vida limpia, y avanzar sin tropiezos hasta el día en que Cristo vuelva;

11. pues ustedes presentarán una abundante cosecha de buenas acciones gracias a Jesucristo, para honra y gloria de Dios.

12. Hermanos, quiero que sepan que las cosas que a mí me han pasado han venido en realidad a ayudar al anuncio del evangelio.

13. Pues mi prisión ha servido para dar testimonio público de Cristo a la gente del palacio y a todos los demás.

14. Y al ver que estoy preso, la mayoría de los hermanos se han animado a anunciar el mensaje, sin miedo y con más confianza en el Señor.

15. Es verdad que algunos anuncian a Cristo por envidia y rivalidad, pero otros lo hacen con buena intención.

16. Algunos anuncian a Cristo por amor, sabiendo que Dios me ha puesto aquí para defender el evangelio;

17. pero otros lo hacen por interés personal, y no son sinceros, sino que quieren causarme más dificultades ahora que estoy preso.

18. Pero ¿qué importa? De cualquier manera, con sinceridad o sin ella, anuncian a Cristo; y esto me causa alegría.Y todavía me alegraré más,

19. pues yo sé que todo esto será para mi salvación, gracias a las oraciones de ustedes y a la ayuda que me da el Espíritu de Jesucristo.

20. Pues espero firmemente que Dios no me dejará quedar mal, sino que, ahora como siempre, se mostrará públicamente en mí la grandeza de Cristo, tanto si sigo vivo como si muero.

21. Porque para mí, seguir viviendo es Cristo, y morir, una ganancia.

22. Y si al seguir viviendo en este cuerpo, mi trabajo puede producir tanto fruto, entonces no sé qué escoger.

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