11. y has compartido mis persecuciones y mis sufrimientos, como los que tuve que soportar en Antioquía, Iconio y Listra. ¡Qué persecuciones sufrí! Pero el Señor me libró de todo ello.
12. Es cierto que todos los que quieren llevar una vida piadosa en unión con Cristo Jesús sufrirán persecución;
13. pero los malos y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.
14. Tú, sigue firme en todo aquello que aprendiste, de lo cual estás convencido. Ya sabes quiénes te lo enseñaron.