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1 Corintios 10:8-22 Dios Habla Hoy (DHH)

8. No nos entreguemos a la prostitución, como lo hicieron algunos de ellos, por lo que en un solo día murieron veintitrés mil.

9. Tampoco pongamos a prueba a Cristo, como algunos de ellos lo hicieron, por lo que murieron mordidos por las serpientes.

10. Ni murmuren contra Dios, como algunos de ellos murmuraron, por lo que el ángel de la muerte los mató.

11. Todo esto les sucedió a nuestros antepasados como un ejemplo para nosotros, y fue puesto en las Escrituras como una advertencia para los que vivimos en estos tiempos últimos.

12. Así pues, el que cree estar firme, tenga cuidado de no caer.

13. Ustedes no han pasado por ninguna prueba que no sea humanamente soportable. Y pueden ustedes confiar en Dios, que no los dejará sufrir pruebas más duras de lo que pueden soportar. Por el contrario, cuando llegue la prueba, Dios les dará también la manera de salir de ella, para que puedan soportarla.

14. Por eso, mis queridos hermanos, huyan de la idolatría.

15. Les hablo como a personas entendidas: juzguen ustedes mismos lo que les digo.

16. Cuando bebemos de la copa bendita por la cual bendecimos a Dios, participamos en común de la sangre de Cristo; cuando comemos del pan que partimos, participamos en común del cuerpo de Cristo.

17. Aunque somos muchos, todos comemos de un mismo pan, y por esto somos un solo cuerpo.

18. Fíjense en el pueblo de Israel: los que comen de los animales ofrecidos en sacrificio, participan en común del servicio en el altar.

19. Con esto no quiero decir que el ídolo tenga valor alguno, ni que la carne ofrecida al ídolo sea algo más que otra carne cualquiera.

20. Lo que digo es que cuando los paganos ofrecen algo en sacrificio, se lo ofrecen a los demonios, y no a Dios, y yo no quiero que ustedes tengan nada en común con los demonios.

21. No pueden beber de la copa del Señor y, a la vez, de la copa de los demonios; ni pueden participar de la mesa del Señor y, a la vez, de la mesa de los demonios.

22. ¿O acaso queremos poner celoso al Señor? ¿Somos acaso más fuertes que él?

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