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Números 16:14-32 Dios Habla Hoy (DHH)

14. Tú no nos has llevado a ningún país donde la leche y la miel corran como el agua, ni nos has dado campos ni viñedos. ¿Quieres que todos se dejen llevar como si fueran ciegos? No, no iremos a verte.

15. Entonces Moisés se enojó mucho, y dijo al Señor:—¡No aceptes sus ofrendas! Yo no les he quitado a ellos ni siquiera un asno, y tampoco le he hecho mal a ninguno de ellos.

16. Después Moisés dijo a Coré:—Preséntense mañana tú y tus compañeros, delante del Señor. Aarón también estará allí.

17. Que cada uno lleve su incensario y le ponga incienso. Tú y Aarón llevarán también su incensario y lo pondrán, junto con los otros doscientos cincuenta, delante del Señor.

18. Entonces cada uno tomó su incensario, le puso brasas e incienso y se colocó, junto con Moisés y Aarón, delante de la tienda del encuentro.

19. Coré ya había reunido contra ellos a todo el pueblo frente a la tienda del encuentro. La gloria del Señor se apareció entonces ante todo el pueblo,

20. y el Señor les dijo a Moisés y Aarón:

21. —¡Apártense de ese pueblo, que voy a destruirlo en un momento!

22. Pero ellos, inclinándose hasta tocar el suelo con la frente, dijeron:—Oh Dios, tú que das la vida a todos los hombres, ¿vas a enojarte con todo el pueblo por el pecado de un solo hombre?

23. Y el Señor respondió a Moisés:

24. —Diles a todos los israelitas que se aparten de la tienda donde están Coré, Datán y Abiram.

25. Moisés se levantó, seguido por los ancianos de Israel, y fue a donde estaban Datán y Abiram.

26. Entonces le dijo al pueblo:—Apártense de las tiendas de esos hombres perversos, y no toquen nada de lo que les pertenece, no vaya a ser que también ustedes mueran por el pecado de ellos.

27. El pueblo se apartó de donde estaban Coré, Datán y Abiram. Datán y Abiram estaban a la entrada de su tienda, con sus mujeres y sus hijos.

28. Y Moisés continuó:—Con esto les voy a probar que es el Señor quien me ha enviado a hacer todas estas cosas, y que no las hago por mi propia voluntad.

29. Si estos hombres mueren de muerte natural, como los demás hombres, es que el Señor no me ha enviado;

30. pero si el Señor hace algo extraordinario, y la tierra se abre y se los traga a ellos con todo lo que tienen, y caen vivos al fondo de la tierra, entonces sabrán ustedes que son estos hombres los que han menospreciado al Señor.

31. En cuanto Moisés terminó de hablar, la tierra se abrió debajo de ellos

32. y se tragó a todos los hombres que se habían unido a Coré, junto con sus familias y todo lo que tenían.

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