16. Como era tanta la insistencia de Dalila, que a todas horas le hacía la misma pregunta, Sansón estaba tan fastidiado que tenía ganas de morirse;
17. así que finalmente le contó a Dalila su secreto:—Nadie me ha cortado jamás el cabello, porque desde antes de nacer estoy consagrado a Dios como nazareo. Si me llegaran a cortar el cabello, perdería mi fuerza y sería tan débil como un hombre común y corriente.
18. Cuando Dalila se dio cuenta de que esta vez sí le había descubierto su secreto, mandó a decir a los jefes filisteos:—¡Ahora sí, vengan, que Sansón me ha descubierto su secreto!Entonces ellos fueron a verla con el dinero en la mano.
19. Dalila hizo que Sansón se durmiera con la cabeza recostada en sus piernas, y llamó a un hombre para que le cortara las siete trenzas de su cabellera. Luego ella comenzó a maltratarlo,
20. y le gritó:—¡Sansón, te atacan los filisteos!Sansón se despertó, creyendo que se libraría como las otras veces, pero no sabía que el Señor lo había abandonado.
21. Entonces los filisteos lo agarraron y le sacaron los ojos, y se lo llevaron a Gaza, en donde lo sujetaron con cadenas de bronce y lo pusieron a trabajar en el molino de la cárcel.
22. Sin embargo, su cabello empezó a crecerle de nuevo.
23. Los jefes de los filisteos se reunieron para celebrar su triunfo y ofrecer sacrificios a su dios Dagón. Y cantaban:«Nuestro dios ha puesto en nuestras manosa Sansón, nuestro enemigo.»
24. Y cuando la gente lo vio, también cantó y alabó a su dios, diciendo:«Nuestro dios ha puesto en nuestras manosa Sansón, nuestro enemigo,que destruía nuestros camposy mataba a muchos de los nuestros.»