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Jeremías 51:21-34-35 Dios Habla Hoy (DHH)

21. Contigo destrozo caballos y jinetes,carros y cocheros.

22. Contigo destrozo hombres y mujeres,ancianos y jóvenes,muchachos y muchachas.

23. Contigo destrozo pastores y rebaños,labradores y bueyes,gobernadores y funcionarios.

24. »Pero ante los propios ojos de ustedespagaré a Babilonia y a todos los caldeoscomo merecen, por el mal que hicieron a Sión.Yo, el Señor lo afirmo.

25. Yo estoy en contra tuya, montaña destructora,que destruyes toda la tierra.Yo, el Señor, lo afirmo.Levantaré la mano para castigarte,te haré rodar desde los peñascosy te convertiré en un cerro quemado.

26. Ninguna de las piedras de tus ruinasservirá para construir edificios.Serás un desierto para siempre.Yo, el Señor, lo afirmo.

27. »¡Den en el país la señal de ataque!¡Toquen la trompeta y preparen a las nacionespara atacar a Babilonia!¡Levanten contra ella a los reinos de Ararat,de Miní y de Asquenaz!¡Nombren un general que dirija la batalla!¡Hagan avanzar la caballería como langostas furiosas!

28. Preparen a las naciones para atacarla;preparen a los reyes de Media,y a sus gobernadores y funcionarios,y toda la tierra que dominan.»

29. La tierra tiembla y se estremece,porque el Señor está cumpliendo sus planesde convertir Babilonia en un horrible desierto.

30. Los soldados babilonios dejaron de luchar,se quedaron en sus fortalezas;sus fuerzas se agotaron,y hasta parecían mujeres.Sus ciudades fueron invadidasy sus casas incendiadas.

31. Uno tras otro corren los mensajerosa anunciar al rey de Babiloniaque su ciudad fue conquistada por completo.

32. El enemigo ocupó los pasos de los ríos,incendió los puestos de defensay los soldados se llenaron de terror.

33. Porque el Señor todopoderoso,el Dios de Israel, dice:«¡Babilonia es como una erapisoteada en el tiempo de la trilla,y muy pronto va a llegarle el tiempo de la cosecha!»

34-35. Dice Jerusalén, la ciudad de Sión:«Nabucodonosor, el rey de Babilonia,me hizo pedazos y me devoró;me dejó como un plato vacío.Como un monstruo del mar, me tragó;se llenó con lo que más le gustó de mí,y el resto lo tiró.¡Que pague Babilonia por la violencia que me hizo!¡Que paguen los caldeos por la gente que me mataron!»

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