27. —¿Cómo te llamas? —preguntó aquel hombre.—Me llamo Jacob —respondió él.
28. Entonces el hombre le dijo:—Ya no te llamarás Jacob. Tu nombre será Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
29. —Ahora dime cómo te llamas tú —preguntó Jacob.Pero el hombre contestó:—¿Para qué me preguntas mi nombre?Luego el hombre lo bendijo allí mismo.
30. Y Jacob llamó a aquel lugar Penuel, porque dijo: «He visto a Dios cara a cara, y sin embargo todavía estoy vivo.»