Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Génesis 31:40-51 Dios Habla Hoy (DHH)

40. De día me moría de calor; de noche me moría de frío, ¡y hasta el sueño se me iba!

41. Veinte años he estado en tu casa, y esto es lo que me tocó: por tus dos hijas trabajé catorce años a tu servicio; por tus animales trabajé seis años; y continuamente me cambiabas mi salario.

42. De no haber estado conmigo el Dios de Abraham, el Dios que adoraba mi padre Isaac, estoy seguro que me habrías mandado con las manos vacías. Pero Dios vio mi tristeza y el resultado de mi trabajo, y anoche te reprendió.

43. Entonces Labán le contestó a Jacob:—Las hijas son mis hijas; los nietos son mis nietos; las ovejas son mis ovejas; ¡todo lo que aquí ves es mío! Sin embargo, ¿qué les puedo hacer ahora a mis hijas, o a los hijos que ellas han tenido?

44. Por eso, ven; tú y yo vamos a hacer un pacto, que va a servir como testimonio entre nosotros dos.

45. Entonces Jacob tomó una piedra, la puso de pie como un pilar,

46. y les dijo a sus parientes:—¡Junten piedras!Todos juntaron piedras para hacer un montón, y allí comieron, junto al montón de piedras.

47. Labán llamó a ese lugar en su idioma «Jegar Sahadutá», y Jacob lo llamó en el suyo «Galaad».

48. Entonces Labán dijo:—Hoy, este montón de piedras es testigo entre nosotros dos.Por eso se llamó Galaad ese lugar,

49. y también se llamó Mispá, porque Labán dijo:—Que el Señor vigile entre nosotros dos, cuando ya no podamos vernos el uno al otro.

50. Si maltratas a mis hijas, o si te casas con otras mujeres además de ellas, aunque no haya nadie como testigo entre nosotros, Dios mismo sea testigo.

51. Y Labán siguió diciéndole a Jacob:—Mira, aquí están el montón de piedras y el pilar que he puesto entre nosotros dos.

Leer capítulo completo Génesis 31