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Génesis 27:1-21 Dios Habla Hoy (DHH)

1. Isaac estaba ya muy viejo, y se había quedado ciego. Un día llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo:—¡Hijo mío!—Dime, padre —contestó Esaú.

2. —Ya ves que estoy muy viejo —dijo Isaac—, y un día de éstos me puedo morir.

3. Por eso quiero que vayas al monte con tu arco y tus flechas para cazar algún animal.

4. Prepara luego un guisado sabroso, como a mí me gusta, y tráelo para que yo lo coma. Entonces te daré mi bendición antes de morir.

5. Pero Rebeca estaba oyendo lo que Isaac le decía a Esaú. Por eso, en cuanto éste se fue al monte a cazar algo para su padre,

6. ella dijo a Jacob, su hijo menor:—Mira, oí que tu padre estaba hablando con tu hermano Esaú, y que le decía:

7. “Caza algún animal, prepara un guisado sabroso para que yo lo coma, y te daré mi bendición delante del Señor antes de morir.”

8. Así que, hijo mío, escucha bien lo que te voy a decir:

9. Ve a donde está el rebaño, y tráeme dos de los mejores cabritos; voy a prepararle a tu padre un guisado sabroso, como a él le gusta.

10. Tú se lo vas a llevar para que lo coma, y así te dará a ti su bendición antes de morir.

11. Pero Jacob le dijo a su madre:—Mi hermano tiene mucho pelo en el cuerpo, y yo no.

12. Si mi padre llega a tocarme y me reconoce, va a pensar que me estoy burlando de él; entonces haré que me maldiga en lugar de que me bendiga.

13. Pero su madre le contestó:—Hijo mío, que esa maldición recaiga sobre mí. Tú haz lo que te digo y tráeme esos cabritos.

14. Jacob fue por los cabritos y se los trajo a su madre. Ella preparó entonces un guisado sabroso, como a Isaac le gustaba,

15. sacó la mejor ropa de Esaú, su hijo mayor, que estaba guardada en la casa, y se la puso a Jacob, su hijo menor.

16. Luego, con la piel de los cabritos, le cubrió a Jacob los brazos y la parte del cuello donde no tenía pelo,

17. y le dio el guisado y el pan que había preparado.

18. Entonces Jacob entró donde estaba su padre, y le dijo:—¡Padre!—Aquí estoy. ¿Cuál de mis hijos eres tú? —preguntó Isaac.

19. —Soy Esaú, tu hijo mayor —contestó Jacob—. Ya hice lo que me dijiste. Levántate, por favor; siéntate y come del animal que he cazado, y dame tu bendición.

20. Entonces Isaac le preguntó:—¿Cómo pudiste encontrarlo tan pronto, hijo mío?—El Señor tu Dios me ayudó a encontrarlo —respondió Jacob.

21. Pero Isaac le dijo:—Acércate y déjame tocarte, a ver si de veras eres mi hijo Esaú.

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