6. Luego me dijo: «¿Ves las cosas tan detestables que hacen los israelitas, con las cuales me alejan de mi santo templo? Pues todavía verás otras peores.»
7. Luego me llevó a la entrada del atrio. En el muro se veía un boquete.
8. Entonces me dijo: «Agranda el boquete del muro.»Yo agrandé el boquete y encontré una entrada.
9. Entonces me dijo: «Entra y verás las cosas tan horribles que hacen allí.»
10. Entré y, a todo lo largo del muro, vi pintadas toda clase de figuras de reptiles y de otros animales impuros, y toda clase de ídolos del pueblo de Israel.
11. Setenta ancianos israelitas, entre los que se encontraba Jaazanías, hijo de Safán, rendían culto a esos ídolos. Cada uno tenía un incensario en la mano, del cual subía una espesa nube de incienso.
12. Y me dijo: «¿Ves lo que hacen en secreto los ancianos israelitas, cada uno en el nicho de su ídolo? Piensan que yo no los veo, que he abandonado el país.»
13. Y añadió: «Todavía los verás hacer cosas peores.»
14. Y me llevó a la puerta de entrada del templo del Señor, que da hacia el norte. Allí estaban sentadas unas mujeres, llorando por el dios Tamuz.
15. Entonces me dijo: «¿Ves esto? Pues todavía verás cosas peores.»
16. Entonces me llevó al atrio interior del templo del Señor y, a la entrada del santuario, entre el vestíbulo y el altar, unos veinticinco hombres estaban de espaldas al santuario; inclinados hacia el oriente, y con la frente en el suelo, adoraban al sol.