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Ezequiel 16:1-14 Dios Habla Hoy (DHH)

1. El Señor se dirigió a mí, y me dijo:

2. «Tú, hombre, hazle ver a Jerusalén las cosas tan detestables que ha hecho.

3. Dile: “Esto dice el Señor: Por lo que toca a tu origen, tú, Jerusalén, eres cananea de nacimiento; tu padre fue amorreo y tu madre hitita.

4. El día en que naciste no te cortaron el ombligo, ni te bañaron, ni te frotaron con sal, ni te fajaron.

5. Nadie tuvo compasión de ti ni se preocupó de hacerte esas cosas. El día en que naciste, te dejaron tirada en el campo porque sentían asco de ti.

6. Yo pasé junto a ti, y al verte pataleando en tu sangre, decidí que debías vivir.

7. Te hice crecer como una planta del campo. Te desarrollaste, llegaste a ser grande y te hiciste mujer. Tus pechos se hicieron firmes, y el vello te brotó. Pero estabas completamente desnuda.

8. »”Volví a pasar junto a ti, y te miré; estabas ya en la edad del amor. Extendí mi manto sobre ti, y cubrí tu cuerpo desnudo, y me comprometí contigo; hice una alianza contigo, y fuiste mía. Yo, el Señor, lo afirmo.

9. Y te bañé, te limpié la sangre y te perfumé;

10. te puse un vestido de bellos colores y sandalias de cuero fino; te di un cinturón de lino y un vestido de finos tejidos;

11. te adorné con joyas, te puse brazaletes en los brazos y un collar en el cuello;

12. te puse un anillo en la nariz, aretes en las orejas y una hermosa corona en la cabeza.

13. Quedaste cubierta de oro y plata; tus vestidos eran de lino, de finos tejidos y de telas de bellos colores. Te alimentabas con el mejor pan, y con miel y aceite de oliva. Llegaste a ser muy hermosa: te convertiste en una reina.

14. Te hiciste famosa entre las naciones por tu belleza, que era perfecta por el encanto con que te adorné. Yo, el Señor, lo afirmo.

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