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Ezequiel 1:8-9-22 Dios Habla Hoy (DHH)

8-9. Además de sus cuatro caras y sus cuatro alas, estos seres tenían manos de hombre en sus cuatro costados, debajo de sus alas. Las alas se tocaban unas con otras. Al andar, no se volvían, sino que caminaban de frente.

10. Las caras de los cuatro seres tenían este aspecto: por delante, su cara era la de un hombre; a la derecha, la de un león; a la izquierda, la de un toro; y por detrás, la de un águila.

11. Las alas se extendían hacia arriba. Dos de ellas se tocaban entre sí, y con las otras dos se cubrían el cuerpo.

12. Todos caminaban de frente, y no se volvían al andar. Iban en la dirección en que el poder de Dios los llevaba.

13. El aspecto de los seres era como de carbones encendidos, o como de algo parecido a antorchas que iban y venían en medio de ellos; el fuego era resplandeciente, y de él salían relámpagos.

14. Los seres iban y venían rápidamente, como si fueran relámpagos.

15. Miré a aquellos seres y vi que en el suelo, al lado de cada uno de ellos, había una rueda.

16. Las cuatro ruedas eran iguales y, por la manera en que estaban hechas, brillaban como el topacio. Parecía como si dentro de cada rueda hubiera otra rueda.

17. Podían avanzar en cualquiera de las cuatro direcciones, sin tener que volverse.

18. Vi que las cuatro ruedas tenían sus aros, y que en su derredor estaban llenas de reflejos.

19. Cuando aquellos seres avanzaban, también avanzaban las ruedas con ellos, y cuando los seres se levantaban del suelo, también se levantaban las ruedas.

20. Los seres se movían en la dirección en que el poder de Dios los impulsaba, y las ruedas se levantaban junto con ellos, porque las ruedas formaban parte viva de los seres.

21. Cuando los seres se movían, se movían también las ruedas, y cuando ellos se detenían, las ruedas también se detenían; y cuando los seres se levantaban del suelo, también las ruedas se levantaban con ellos, porque las ruedas formaban parte viva de los seres.

22. Por encima de sus cabezas se veía una especie de bóveda, brillante como el cristal.

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