Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Ezequiel 1:1-3-12 Dios Habla Hoy (DHH)

1-3. Yo, el sacerdote Ezequiel, hijo de Buzí, estaba un día a orillas del río Quebar, en Babilonia, entre los que habían sido llevados al destierro. En esto se abrió el cielo, y vi a Dios en una visión. Era el día cinco del mes cuarto del año treinta, cinco años después que el rey Joaquín había sido llevado al destierro. El Señor puso su mano sobre mí.

4. Entonces vi que del norte venía un viento huracanado; de una gran nube salía un fuego como de relámpagos, y en su derredor había un fuerte resplandor. En medio del fuego brillaba algo semejante al metal bruñido,

5. y en el centro mismo había algo parecido a cuatro seres con aspecto humano.

6. Cada uno de ellos tenía cuatro caras y cuatro alas;

7. sus piernas eran rectas, con pezuñas como de becerro, y brillaban como bronce muy pulido.

8-9. Además de sus cuatro caras y sus cuatro alas, estos seres tenían manos de hombre en sus cuatro costados, debajo de sus alas. Las alas se tocaban unas con otras. Al andar, no se volvían, sino que caminaban de frente.

10. Las caras de los cuatro seres tenían este aspecto: por delante, su cara era la de un hombre; a la derecha, la de un león; a la izquierda, la de un toro; y por detrás, la de un águila.

11. Las alas se extendían hacia arriba. Dos de ellas se tocaban entre sí, y con las otras dos se cubrían el cuerpo.

12. Todos caminaban de frente, y no se volvían al andar. Iban en la dirección en que el poder de Dios los llevaba.

Leer capítulo completo Ezequiel 1