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Éxodo 4:18-28 Dios Habla Hoy (DHH)

18. Moisés volvió a casa de su suegro Jetró, y le dijo:—Tengo que regresar a Egipto, donde están mis hermanos de raza. Quiero ver si todavía viven.—Anda, que te vaya bien —contestó Jetró.

19. Cuando Moisés estaba aún en la región de Madián, el Señor le dijo:—Regresa a Egipto, porque ya han muerto todos los que querían matarte.

20. Moisés tomó entonces a su esposa y a su hijo, los montó en un asno y regresó a Egipto. En la mano llevaba el bastón de Dios.

21. Después el Señor le dijo a Moisés:—Cuando llegues a Egipto, pon toda tu atención en hacer ante el faraón las maravillas que te he dado el poder de realizar. Yo, por mi parte, voy a hacer que él se ponga terco y que no deje salir a los israelitas.

22. Entonces le dirás al faraón: “Así dice el Señor: Israel es mi hijo mayor.

23. Ya te he dicho que dejes salir a mi hijo, para que vaya a adorarme; pero como no has querido dejarlo salir, yo voy a matar a tu hijo mayor.”

24. Durante el camino, en el lugar donde Moisés y su familia iban a pasar la noche, el Señor salió al encuentro de Moisés y quiso matarlo.

25. Entonces Séfora tomó un cuchillo de piedra y le cortó el prepucio a su hijo; luego, tocando con el prepucio del niño los pies de Moisés, le dijo: «En verdad, tú eres para mí un esposo de sangre.»

26. Entonces el Señor dejó ir a Moisés. Y Séfora dijo que Moisés era un esposo de sangre debido a la circuncisión.

27. Mientras tanto, el Señor le había dicho a Aarón: «Ve al desierto a encontrarte con Moisés.» Y Aarón fue y encontró a Moisés en el monte de Dios. Allí lo saludó con un beso.

28. Entonces Moisés le contó a Aarón todas las cosas que el Señor le había ordenado decir, y también las grandes maravillas que le mandaba hacer.

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