30. »Derrama también de ese aceite sobre Aarón y sus hijos, para consagrarlos como mis sacerdotes,
31. y di a los israelitas lo siguiente: “A través de los siglos, éste será mi aceite santo de consagrar.
32. No lo derramen sobre cualquier hombre común, ni preparen otro aceite igual a éste. Es un aceite santo, y como cosa santa deben tratarlo.
33. Si alguien prepara un aceite igual a éste, o lo derrama sobre cualquier extraño, será eliminado de entre su gente.”»