Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Deuteronomio 2:6-24 Dios Habla Hoy (DHH)

6. Ustedes les pedirán que les vendan los alimentos que necesiten, y pagarán por ellos y aun por el agua que beban.”

7. El Señor y Dios de ustedes los ha bendecido en todo lo que han hecho; durante estos cuarenta años ha estado con ustedes y los ha cuidado en su marcha por este inmenso desierto, sin que nada les haya faltado.

8. »Después nos alejamos camino del Arabá, de Elat y Esión-guéber, y pasamos por las tierras de nuestros parientes, los descendientes de Esaú que viven en Seír, y allí hicimos un rodeo para tomar el camino del desierto de Moab.

9. Entonces el Señor me dijo: “No molestes ni ataques a los moabitas, pues son descendientes de Lot, y no te daré ni la más pequeña parte de su país. Yo les he dado en propiedad la región de Ar.”

10. (Este país fue habitado en tiempos antiguos por los emitas, que eran gente grande y numerosa, y alta como los descendientes del gigante Anac.

11. En realidad, la gente creía que eran refaítas, aunque los moabitas los llamaban emitas.

12. Esta región de Seír fue habitada antes por los horeos, pero los descendientes de Esaú exterminaron a sus habitantes y ocuparon el país, quedándose a vivir allí tal como lo ha hecho Israel con el país que el Señor le ha dado.)

13. “Y ahora —dijo el Señor—, pónganse en marcha y crucen el arroyo Zéred.” Y entonces cruzamos el arroyo.

14. »Desde que salimos de Cadés-barnea hasta el día en que cruzamos el arroyo Zéred, pasaron treinta y ocho años. Para entonces ya había muerto toda la generación de hombres de guerra que había en el campamento, tal como el Señor se lo había jurado.

15. El poder del Señor cayó sobre ellos, hasta que todos murieron.

16. »Cuando ya no quedaba vivo ninguno de aquellos hombres de guerra,

17. el Señor me habló y me dijo:

18. “Hoy mismo pasarás la frontera de Moab y te dirigirás a Ar,

19. pero cuando te encuentres con los amonitas, que son también descendientes de Lot, no los molestes ni los ataques, pues no voy a darte ninguna parte de su territorio, ya que se lo he dado a ellos en propiedad.”

20. (También este país era tenido por tierra de refaítas, porque antiguamente habían vivido allí los refaítas, a quienes los amonitas llamaban zamzumitas;

21. se trataba de un pueblo grande y numeroso, y de gente alta como los descendientes del gigante Anac, pero el Señor los destruyó por medio de los amonitas, los cuales se quedaron a vivir para siempre en el país.

22. El caso era semejante al de los descendientes de Esaú, que habitaban en Seír y que exterminaron a los horeos para quedarse a vivir allí.

23. Lo mismo les pasó a los heveos, que vivían en aldeas cerca de Gaza y que fueron exterminados por los filisteos, los cuales vinieron de Creta y se quedaron a vivir allí.)

24. “¡Vamos —dijo el Señor—, pónganse en marcha y crucen el río Arnón! Yo haré caer en manos de ustedes al amorreo Sihón, que es rey de Hesbón, y a su país. ¡Entren en su territorio y declárenle la guerra!

Leer capítulo completo Deuteronomio 2