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Deuteronomio 1:20-39 Dios Habla Hoy (DHH)

20. Allí les dije: “Ya hemos llegado a los montes de los amorreos, que el Señor nuestro Dios nos da.

21. El Señor, el Dios de ustedes, les entrega esta tierra. Adelante, pues, y ocúpenla tal como lo ha dicho el Señor, el Dios de sus antepasados. No tengan miedo ni se desanimen.”

22. Pero ustedes vinieron a decirme: “Será mejor que algunos de nosotros se adelanten y exploren este país, y que luego regresen a decirnos qué camino debemos seguir y en qué ciudades podemos entrar.”

23. »Lo que ustedes propusieron me pareció bien, y entonces escogí a doce de ustedes, uno de cada tribu,

24. los cuales se encaminaron hacia la región montañosa y llegaron al valle de Escol y recorrieron toda la región.

25. Después tomaron frutos de aquella tierra y nos los trajeron, con este informe: “La tierra que el Señor nuestro Dios nos da es magnífica.”

26. Pero ustedes no quisieron ir, sino que desobedecieron la orden que el Señor nuestro Dios les había dado,

27. y en sus casas se pusieron a murmurar y a decir: “El Señor no nos quiere; nos sacó de Egipto tan sólo para ponernos en manos de los amorreos y acabar con nosotros.

28. Y ahora, ¿a dónde vamos a ir? Nuestros compatriotas dicen que allí hay gente más poderosa y alta que nosotros, y grandes ciudades rodeadas de altísimas murallas, y que hasta vieron descendientes del gigante Anac. Todo eso nos ha desanimado por completo.”

29. »Entonces yo les respondí: “No se alarmen. No les tengan miedo.

30. El Señor su Dios marcha al frente de ustedes y combatirá por ustedes, tal como vieron que lo hizo en Egipto

31. y en el desierto. El Señor su Dios los ha tomado en sus brazos durante todo el camino que han recorrido hasta llegar a este lugar, como un padre que toma en brazos a su hijo.”

32. Sin embargo, ustedes no confiaron en el Señor su Dios,

33. el cual iba delante de ustedes para escoger el lugar donde debían acampar. De noche les señalaba con fuego el camino que tenían que seguir, y de día se lo señalaba con una nube.

34. »Cuando el Señor oyó las murmuraciones de ustedes, se enojó mucho e hizo este juramento:

35. “Ni una sola persona de esta mala generación verá la buena tierra que prometí dar a sus antepasados.

36. Haré una excepción con Caleb, hijo de Jefuné; él sí la verá, y a él y a sus descendientes les daré la tierra donde pongan el pie, por haber seguido con toda fidelidad al Señor.”

37. »Y por culpa de ustedes, el Señor se enojó conmigo y me dijo: “Tampoco tú entrarás en esa tierra.

38. En tu lugar entrará tu ayudante Josué, hijo de Nun. Anímalo, pues él será quien entregue el país a Israel.

39. Y aunque ustedes creyeron que el enemigo les arrebataría a sus mujeres y niños, serán esos niños, que todavía no tienen uso de razón, los que entrarán en el país; yo se lo daré a ellos en propiedad.

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