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2 Samuel 18:25-33 Dios Habla Hoy (DHH)

25. y lo anunció al rey en voz alta. El rey exclamó:—Si viene solo es que trae buenas noticias.Mientras el hombre se acercaba,

26. el centinela vio a otro hombre que corría, y le gritó al guardián de la puerta:—¡Viene otro hombre corriendo!—También ha de traer buenas noticias —respondió el rey.

27. El centinela añadió:—Por su modo de correr, me parece que el primero es Ahimaas, el hijo de Sadoc.—Él es un buen hombre —comentó el rey—, y seguramente traerá buenas noticias.

28. Ahimaas se acercó, e inclinándose hasta el suelo delante del rey, lo saludó y le dijo:—Bendito sea el Señor, el Dios de Su Majestad, porque ha quitado de en medio a los que se rebelaron contra Su Majestad.

29. —¿Está bien el joven Absalón? —preguntó el rey.Y Ahimaas respondió:—Yo vi un gran alboroto en el momento en que Joab, servidor de Su Majestad, me enviaba, pero no supe lo que pasaba.

30. Entonces el rey le ordenó:—Colócate a un lado y quédate ahí.Ahimaas lo hizo así.

31. En aquel momento llegó el etiope, y dijo:—Reciba estas buenas noticias Su Majestad: hoy el Señor ha hecho justicia a Su Majestad, librándolo del poder de todos los que se rebelaron contra Su Majestad.

32. El rey preguntó al etiope:—Y el joven Absalón, ¿está bien?El etiope contestó:—Ojalá que los enemigos de Su Majestad y todos los que se rebelen contra Su Majestad y busquen su mal, acaben como ese muchacho.

33. El rey se conmovió, y subiendo al cuarto que estaba encima de la puerta, se echó a llorar. Y mientras caminaba, decía: «¡Absalón, hijo mío! ¡Absalón, hijo mío! ¡Ojalá yo hubiera muerto en tu lugar! ¡Hijo mío, Absalón, hijo mío!»

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