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2 Reyes 9:22-36 Dios Habla Hoy (DHH)

22. Y al ver Joram a Jehú, le dijo:—¿Vienes en son de paz, Jehú?Jehú respondió:—¿Qué paz puede haber mientras tu madre, Jezabel, siga con sus prostituciones y sus muchas hechicerías?

23. En seguida Joram dio la vuelta y huyó, mientras le gritaba a Ocozías:—¡Traición, Ocozías!

24. Pero Jehú tendió su arco y disparó una flecha contra Joram, la cual le entró por la espalda y le atravesó el corazón, y Joram cayó herido de muerte sobre su carro.

25. Jehú ordenó entonces a Bidcar, su ayudante:—Sácalo de ahí y échalo en el campo de Nabot de Jezreel, porque recuerdo que cuando tú y yo conducíamos juntos los carros de combate de Ahab, su padre, el Señor pronunció esta sentencia contra él:

26. “Así como ayer vi la sangre de Nabot y de sus hijos, así te daré tu merecido en este mismo terreno. Yo, el Señor, lo afirmo.” Así que agárralo y échalo en el campo de Nabot, según lo anunció el Señor.

27. Cuando Ocozías, rey de Judá, vio lo que sucedía, huyó hacia Bet-hagan. Pero Jehú lo persiguió, y ordenó:—¡Mátenlo a él también!Lo hirieron de muerte en su carro, en la cuesta de Gur, junto a Ibleam, pero él huyó hasta Meguido. Allí murió.

28. Después sus criados lo llevaron a Jerusalén en un carro, y lo enterraron en su sepulcro familiar en la Ciudad de David.

29. Ocozías había comenzado a reinar sobre Judá en el año once del reinado de Joram, hijo de Ahab.

30. Jehú se fue entonces a Jezreel. Al saberlo, Jezabel se pintó sombras alrededor de los ojos y se adornó el cabello; luego se asomó a una ventana.

31. Y cuando Jehú llegó a la entrada de la ciudad, ella le dijo:—¿Cómo estás, Zimrí, asesino de tu señor?

32. Jehú miró hacia la ventana, y dijo:—¿Quién está de mi parte?Dos o tres oficiales de palacio se asomaron a verlo,

33. y Jehú les ordenó:—¡Échenla abajo!Ellos la echaron abajo, y parte de su sangre salpicó la pared y los caballos, los cuales pisotearon a Jezabel.

34. Luego Jehú se fue a comer y beber.Más tarde, Jehú ordenó:—Encárguense de esa maldita mujer, y entiérrenla; porque después de todo era hija de un rey.

35. Pero cuando fueron a enterrarla, sólo encontraron de ella el cráneo, los pies y las palmas de las manos.

36. Entonces regresaron a comunicárselo a Jehú, y Jehú comentó:—Ya el Señor había dicho por medio de su siervo Elías, el de Tisbé, que los perros se comerían el cuerpo de Jezabel en el campo de Jezreel,

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