22. Pero Eliseo respondió:—No, no los mates. ¿Acaso acostumbras matar a quienes has hecho prisioneros con tu espada y con tu arco? Dales de comer y beber, y luego devuélvelos a su señor.
23. Se les hizo entonces una gran fiesta, y comieron y bebieron. Luego el rey los despidió, y ellos volvieron a su señor. Desde entonces los sirios dejaron de hacer correrías en territorio israelita.
24. Después de esto, Ben-hadad, rey de Siria, reunió todo su ejército y fue y rodeó a Samaria para atacarla.