Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

2 Reyes 5:16-27 Dios Habla Hoy (DHH)

16. Pero Eliseo le contestó:—Juro por el Señor, que me está viendo, que no lo aceptaré.Y aunque Naamán insistió, Eliseo se negó a aceptarlo.

17. Entonces Naamán dijo:—En ese caso permite que me lleve dos cargas de mula de tierra de Israel; porque este servidor tuyo no volverá a ofrecer holocaustos ni sacrificios a otros dioses, sino al Señor.

18. Solamente ruego al Señor que me perdone una cosa: que cuando mi soberano vaya a adorar al templo de Rimón, y se apoye en mi brazo, y yo tenga que arrodillarme en ese templo, que el Señor me perdone por esto.

19. Eliseo le respondió:—Vete tranquilo.Naamán se fue de allí. Y cuando ya iba a cierta distancia,

20. Guehazí, el criado del profeta Eliseo, pensó: «Mi señor ha dejado ir a Naamán el sirio sin aceptar nada de lo que él trajo. Juro por el Señor que voy a seguirlo rápidamente, a ver qué puedo conseguir de él.»

21. Y se fue Guehazí tras Naamán; y cuando éste lo vio detrás de él, se bajó de su carro para recibirlo, y le preguntó:—¿Pasa algo malo?

22. —No, nada —contestó Guehazí—. Pero mi amo me ha enviado a decirle a usted que acaban de llegar dos profetas jóvenes, que vienen de los montes de Efraín, y ruega a usted que les dé tres mil monedas de plata y dos mudas de ropa.

23. Naamán respondió:—Por favor, toma seis mil monedas de plata.E insistiendo Naamán en que las aceptara, las metió en dos sacos junto con las dos mudas de ropa, y se lo entregó todo a dos de sus criados para que lo llevaran delante de Guehazí.

24. Cuando llegaron a la colina, Guehazí tomó la plata que llevaban los criados, la guardó en la casa y los despidió.

25. Luego fue y se presentó ante su amo, y Eliseo le preguntó:—¿De dónde vienes, Guehazí?—Yo no he ido a ninguna parte —contestó Guehazí.

26. Pero Eliseo insistió:—Cuando cierto hombre se bajó de su carro para recibirte, yo estaba allí contigo, en el pensamiento. Pero éste no es el momento de recibir dinero y mudas de ropa, ni de comprar huertos, viñedos, ovejas, bueyes, criados y criadas.

27. Por lo tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu descendencia para siempre.Y cuando Guehazí se separó de Eliseo, estaba tan leproso que se veía blanco como la nieve.

Leer capítulo completo 2 Reyes 5