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2 Reyes 4:21-36 Dios Habla Hoy (DHH)

21. Pero ella lo subió al cuarto del profeta, lo puso sobre la cama y salió, dejando cerrada la puerta.

22. Luego llamó a su marido y le dijo:—Envíame un criado con una asna, para que yo vaya a ver al profeta. Luego volveré.

23. —¿Por qué vas a verlo hoy? —preguntó su marido—. No es luna nueva ni sábado.—No te preocupes —contestó ella.

24. Y ordenó que le aparejaran el asna, y dijo a su criado:—Vamos, adelántate. Y hasta que yo te lo diga, no hagas que me detenga.

25. Así ella se fue y llegó al monte Carmelo, donde estaba el profeta. Cuando Eliseo la vio venir a lo lejos, dijo a Guehazí, su criado:—Mira, es la señora sunamita.

26. Corre a recibirla y pregúntale cómo está, y cómo están su marido y su hijo.El criado fue, y ella le dijo que estaban bien.

27. Luego llegó al monte en donde se encontraba Eliseo, y se abrazó a sus pies. Guehazí se acercó para apartarla, pero Eliseo le ordenó:—Déjala, porque está muy angustiada, y hasta ahora el Señor no me ha dicho lo que le ocurre.

28. Entonces ella le dijo:—Señor, ¿acaso le pedí a usted tener un hijo? ¿No le pedí a usted que no me engañara?

29. Eliseo dijo entonces a Guehazí:—Prepárate, toma mi bastón y ve allá. Si te encuentras con alguien, no lo saludes; y si alguien te saluda, no le respondas. Luego coloca mi bastón sobre la cara del niño.

30. Pero la madre del niño dijo a Eliseo:—Juro por el Señor, y por usted mismo, que de aquí no me iré sin usted.Entonces Eliseo se fue con ella.

31. Mientras tanto, Guehazí se había adelantado a ellos y había colocado el bastón sobre la cara del muchacho, pero éste no daba la menor señal de vida; así que Guehazí fue al encuentro de Eliseo y le dijo:—El niño no vuelve en sí.

32. Cuando Eliseo entró en la casa, el niño ya estaba muerto, tendido sobre la cama.

33. Entonces entró, y cerrando la puerta se puso a orar al Señor. Sólo él y el niño estaban adentro.

34. Luego se subió a la cama y se acostó sobre el niño, colocando su boca, sus ojos y sus manos contra los del niño y estrechando su cuerpo contra el suyo. El cuerpo del niño empezó a entrar en calor.

35. Eliseo se levantó entonces y anduvo de un lado a otro por la habitación; luego se subió otra vez a la cama y volvió a estrechar su cuerpo contra el del niño. De pronto el muchacho estornudó siete veces, y abrió los ojos.

36. Eliseo llamó a Guehazí, y le dijo:—Llama a la señora sunamita.Guehazí lo hizo así, y cuando ella llegó a donde estaba Eliseo, éste le dijo:—Aquí tienes a tu hijo.

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