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2 Crónicas 29:9-24 Dios Habla Hoy (DHH)

9. Por eso, nuestros padres cayeron muertos en la guerra, y nuestros hijos e hijas y nuestras esposas fueron llevados prisioneros.

10. Así pues, he decidido hacer una alianza con el Señor, Dios de Israel, para que aparte su ira de nosotros.

11. Por consiguiente, hijos míos, no se den descanso, porque el Señor los ha escogido para que estén siempre a su disposición y le sirvan, y para que le ofrezcan incienso.»

12. Los levitas que inmediatamente empezaron a trabajar fueron los siguientes: de los descendientes de Quehat, Máhat hijo de Amasai y Joel hijo de Azarías; de los de Merarí, Quis hijo de Abdí y Azarías hijo de Jehaleel; de los de Guersón, Joah hijo de Zimá y Edén hijo de Joah;

13. de los de Elisafán, Simrí y Jehiel; de los de Asaf, Zacarías y Matanías;

14. de los de Hemán, Jehiel y Simí, y de los de Jedutún, Semaías y Uziel.

15. Primero reunieron a sus parientes y se purificaron todos; luego entraron en el templo para purificarlo, según la orden que el rey les había dado de acuerdo con el mandato del Señor.

16. Después penetraron los sacerdotes en el interior del templo para purificarlo. Sacaron al atrio del templo todas las cosas impuras que encontraron en el edificio interior, y los levitas las llevaron al arroyo Cedrón.

17. Comenzaron a hacer la purificación el día primero del primer mes, y para el día ocho del mes ya habían llegado al vestíbulo del templo del Señor. El resto del templo lo purificaron en otros ocho días, y para el día dieciséis ya habían terminado.

18. Después entraron en el palacio del rey Ezequías, y le dijeron: «Ya hemos purificado todo el templo: el altar de los holocaustos con todos sus utensilios, y la mesa para los panes consagrados con todos sus utensilios.

19. También hemos ordenado y purificado todos los utensilios que el rey Ahaz, durante su reinado, había desechado por causa de su infidelidad, y ahora están ya delante del altar del Señor.»

20. El rey Ezequías se levantó muy temprano, reunió a las autoridades de la ciudad y se fue al templo del Señor.

21. Llevaban siete becerros, siete carneros, siete corderos y siete cabritos, como ofrenda por el pecado a favor de la familia real, del templo y de Judá. El rey ordenó a los sacerdotes, descendientes de Aarón, que los ofrecieran en holocausto sobre el altar del Señor.

22. Los sacerdotes mataron los becerros, recogieron la sangre y rociaron con ella el altar. Luego hicieron lo mismo con los carneros, y también con los corderos.

23. Después llevaron los cabritos de la ofrenda por el pecado delante del rey y de la comunidad, y ellos pusieron las manos sobre los animales.

24. A continuación, los sacerdotes los mataron y derramaron su sangre sobre el altar como ofrenda por el pecado, para obtener el perdón de los pecados de todo Israel, pues el rey había ordenado que el holocausto se ofreciera por todo Israel.

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