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1 Samuel 25:15-28 Dios Habla Hoy (DHH)

15. Sin embargo, esos hombres se han portado muy bien con nosotros. Durante todo el tiempo que anduvimos con ellos por el campo, nunca nos molestaron ni nos quitaron nada.

16. Al contrario, de día y de noche nos protegían, tanto a nosotros como a nuestros rebaños.

17. Pero como el marido de usted tiene tan mal genio que no se le puede hablar, piense usted y vea lo que debe hacer, porque con toda seguridad algo malo va a venir contra él y contra toda su familia.

18. Rápidamente Abigail tomó doscientos panes, dos cueros de vino, cinco ovejas asadas, unos cuarenta litros de grano tostado, cien tortas de uvas pasas y doscientas tortas de higos secos; luego lo cargó todo en asnos,

19. y dijo a sus criados:—Adelántense ustedes, que yo los seguiré más tarde.Sin decir nada de esto a su marido,

20. Abigail montó en un asno y, a escondidas, comenzó a bajar del monte. De pronto vio que David y sus hombres venían a su encuentro, y fue a recibirlos.

21. David venía pensando que de balde había protegido todo lo que Nabal tenía en el desierto, sin quitarle nada de su propiedad, pues él le había pagado mal por bien.

22. Así que juró: «¡Que Dios me castigue duramente si de aquí a mañana no acabo con todos los varones parientes suyos!»

23. En cuanto Abigail vio a David, se bajó del asno y se inclinó hasta el suelo en señal de respeto.

24. Luego se echó a sus pies y le dijo:—¡Que la culpa, mi señor, recaiga sobre mí! Yo le ruego a usted que me permita hablarle, y que escuche mis razones.

25. No haga usted caso de Nabal, ese hombre grosero, porque él, haciendo honor a su nombre, es realmente un estúpido. Siempre actúa con estupidez. Esta servidora de usted no vio a los criados que usted mandó.

26. Sin embargo, con toda seguridad, el Señor no ha permitido que venga usted a derramar sangre y a hacerse justicia por su propia mano. ¡Quiera el Señor que todos los enemigos de usted, y todos los que procuran hacerle daño, corran la misma suerte que Nabal!

27. Y ahora le ruego a usted que estos regalos que yo le he traído sean repartidos entre los criados que le acompañan,

28. y que perdone usted a esta servidora suya. Ciertamente el Señor va a mantener a usted y a su dinastía en el poder, ya que usted lucha por la causa del Señor, y en toda su vida no sufrirá ningún mal.

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