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1 Samuel 20:29-42b Dios Habla Hoy (DHH)

29. Me rogó que le diera permiso, pues su familia celebraba un sacrificio en su pueblo y su hermano le ordenaba ir. También me dijo que si yo le hacía ese favor, se daría una escapada para visitar a sus parientes. Por eso no se ha sentado a comer con Su Majestad.

30. Entonces Saúl se enfureció con Jonatán, y le dijo:—¡Hijo de mala madre! ¿Acaso no sé que tú eres el amigo íntimo del hijo de Jesé, para vergüenza tuya y de tu madre?

31. Mientras él esté vivo en esta tierra, ni tú ni tu reino estarán seguros. ¡Así que manda a buscarlo, y tráemelo, porque merece la muerte!

32. Pero Jonatán le contestó:—¿Y por qué habría de morir? ¿Qué es lo que ha hecho?

33. Saúl levantó su lanza para herir a Jonatán, con lo que éste comprendió que su padre estaba decidido a matar a David.

34. Entonces, lleno de furia, se levantó Jonatán de la mesa y no participó en la comida del segundo día de la fiesta, porque sentía un gran pesar por David, ya que su padre lo había ofendido.

35. A la mañana siguiente, a la hora de la cita con David, Jonatán salió al campo acompañado de un criado joven,

36. al cual le ordenó:—Corre a buscar en seguida las flechas que yo dispare.El criado echó a correr, mientras Jonatán disparaba una flecha de modo que cayera lejos de él.

37. Y cuando el criado llegó al lugar donde había caído la flecha, Jonatán le gritó al criado con todas sus fuerzas:—¡La flecha está más allá de ti!

38. Y una vez más Jonatán le gritó al criado:—¡Date prisa, corre, no te detengas!El criado de Jonatán recogió las flechas y se las trajo a su amo,

39. pero no se dio cuenta de nada, porque sólo Jonatán y David conocían la contraseña.

40. Después Jonatán entregó sus armas a su criado, y le ordenó llevarlas de vuelta a la ciudad.

41. En cuanto el criado se fue, David salió de detrás del montón de piedras, y ya ante Jonatán se inclinó tres veces hasta tocar el suelo con la frente. Luego se besaron y lloraron juntos hasta que David se desahogó.

42a. Por último, Jonatán le dijo a David:—Vete tranquilo, pues el juramento que hemos hecho los dos ha sido en el nombre del Señor, y hemos pedido que para siempre esté él entre nosotros dos y en las relaciones entre tus descendientes y los míos.

42b. Después David se puso en camino, y Jonatán regresó a la ciudad.

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